-¿Las flores aman?
La forma de amar en las flores es florecer. Cuando vemos una rosa abriéndose al sol, es la necesidad de la flor de entregar su belleza. Las flores, no son conscientes, es espontáneo en ellas, no es una consciencia individual de sí. Es la expresión de la Fuerza que actúa a través de toda la Naturaleza: la Conciencia Universal y la Fuerza del Amor Universal que las hace florecer en belleza.
-¿Hay sentido de belleza en las flores?
Es la vida orgánica, el elemento vital, lo que da belleza a las flores. Es el sentido vital de la especie que intenta darse cuenta de sí misma. Es un primer rudimento de la presencia psíquica. El plano psíquico se individualiza sólo en el hombre; en las flores es más fluido, se manifiesta como fuerza, como consciencia, mas que como individualidad. La rosa, por ejemplo, la perfección en su forma, color, perfume, expresa una aspiración. Una rosa abriéndose por la mañana con la primer caricia del sol, es la aspiración espiritual de la flor hacia lo Divino.
-¿Qué representa la oración psíquica en las flores?
El aspecto psíquico se manifiesta en la flor en forma de una oración silenciosa; es el élan de la planta hacia lo divino.
Las flores son la manifestación del plano psíquico en el reino vegetal. Cuando somos atraídos por una flor particular quiere decir que es la vibración psíquica de esa flor la que nos atrae. Cuando somos receptivos a las vibraciones psíquicas presentes en el plano etéreo de la naturaleza, esta sensibilidad nos pone en contacto más íntimo con los aspectos psíquicos de nuestra propia identidad. La belleza de las flores es la expresión de la naturaleza más adecuada para despertar la percepción de la vibración psíquica en los seres humanos.
-¿Cómo se puede estar en contacto con las flores?
Cuando estamos en contacto deliberado con la propia psiquis, somos más conscientes de la psiquis impersonal que se manifiesta en toda la creación; entonces se puede hacer contacto con las flores y saber la oración psíquica que ellas representan o el mensaje espiritual que trasmiten.
Mirra Alfassa